Los materiales sostenibles del sector de la construcción son aquellos cuya elaboración y utilización implican el ahorro energético y la minimización de la contaminación, conllevando también a favorecer la salud de los usuarios.
Se consideran sostenibles los materiales naturales y/o reciclados, así como aquellos que puedan reciclarse, materiales que no contengan elementos tóxicos, respetuosos con el medio ambiente, de procedencia local, y aquellos cuyo proceso de fabricación conlleva a una reducción del uso de recursos naturales.
El uso de materiales naturales y reciclados o reciclables ayudan a mejorar la sostenibilidad en la edificación.
Ejemplos de materiales sostenibles
El hormigón fabricado con áridos reciclados, así como los materiales que incluyen residuos de la construcción y demolición, lo cual implica aprovechar esos desperdicios y evitar la generación de nuevos materiales, con el gasto energético de otros recursos que ello conlleva.
La utilización de la madera u otros elementos naturales como el corcho, así como la elaboración de otros productos de la construcción a partir de fuentes vegetales y no petrolíferas, se consideran materiales sostenibles.
Construir de una forma sostenible
Es una acción que abarca desde la elección de los materiales de construcción, el proceso constructivo, e incluso el entorno urbano, hasta la fase de demolición y la gestión de residuos.
También se basa en la adecuada gestión y reutilización de los recursos naturales, el uso de instalaciones eficientes, en la conservación de la energía, y el uso de energías de fuentes renovables.
Los procesos constructivos
tienen en cuenta la minimización de los recursos naturales y, conceptos como la industrialización o la digitalización, conllevan a una reducción del uso de materias primas y energía.
El análisis del ciclo de vida (desde el diseño arquitectónico del edificio y la obtención de las materias primas, hasta que éstas regresan al medio en forma de residuos), la economía circular, la minimización del consumo de recursos, de la energía embebida y de la huella de carbono, son algunos de los parámetros que se consideran para conseguir que una construcción sea sostenible.